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" —Todo lo que conocemos de los horrores y temores tiene más que ver con la
guerra. El gulag estalinista y Auschwitz son recientes adquisiciones del mal. La
historia siempre ha sido un relato de guerras y de caudillos, y la guerra constituía,
digamos, la medida del horror. Por eso, la gente confunde los conceptos de guerra y
catástrofe. En Chernóbil se diría que están presentes todos los rasgos de la guerra:
muchos soldados, evacuación, hogares abandonados… Se ha destruido el curso de la
vida. Las informaciones sobre Chernóbil están plagadas de términos bélicos: átomo,
explosión, héroes… Y esta circunstancia dificulta la comprensión de que nos
hallamos ante una nueva historia. Ha empezado la historia de las catástrofes… Pero
el hombre no quiere pensar en esto, porque nunca se ha parado a pensar en esto; se
esconde tras aquello que le resulta conocido. Tras el pasado.
Hasta los monumentos a los héroes de Chernóbil parecen militares. "
― Svetlana Alexievich , Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster
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" —Todo lo que conocemos de los horrores y temores tiene más que ver con la guerra. El gulag estalinista y Auschwitz son recientes adquisiciones del mal. La historia siempre ha sido un relato de guerras y de caudillos, y la guerra constituía, digamos, la medida del horror. Por eso, la gente confunde los conceptos de guerra y catástrofe. En Chernóbil se diría que están presentes todos los rasgos de la guerra: muchos soldados, evacuación, hogares abandonados… Se ha destruido el curso de la vida. Las informaciones sobre Chernóbil están plagadas de términos bélicos: átomo, explosión, héroes… Y esta circunstancia dificulta la comprensión de que nos hallamos ante una nueva historia. Ha empezado la historia de las catástrofes… Pero el hombre no quiere pensar en esto, porque nunca se ha parado a pensar en esto; se esconde tras aquello que le resulta conocido. Tras el pasado.
Hasta los monumentos a los héroes de Chernóbil parecen militares. "
― Svetlana Alexievich , Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster
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" Leonid Andréyev, del que ya le he hablado, tiene un relato. Un hombre que vivía en Jerusalén vio un día cómo junto a su casa conducían a Cristo. El hombre lo vio todo y lo oyó, pero entonces le dolía una muela. Ante sus ojos, Cristo cayó al suelo con la cruz a cuestas, cayó y lanzó un grito de dolor. El hombre que veía todo esto no salió de su casa a la calle porque le dolía una muela. Al cabo de dos días, cuando dejó de dolerle la muela, le contaron que Cristo había resucitado y entonces el hombre pensó: «Y yo que podía haber sido testigo del hecho, pero como me dolía la muela…».
¿Será posible que siempre ocurra igual? Los hombres nunca están a la altura de los grandes acontecimientos. Siempre les superan los hechos. Mi padre luchó en la defensa de Moscú en el 42. Pero no comprendió que había participado en un gran acontecimiento hasta pasadas decenas de años. Por los libros, las películas. Él, en cambio, recordaba: «Estaba metido en una trinchera. Disparaba. Quedé enterrado por una explosión. Los enfermeros me sacaron de allí medio vivo». Y nada más. "
― Svetlana Alexievich , Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster
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" Somos guerreros. Mi padre, en todo el tiempo que recuerdo, llevó ropa militar, aunque no lo era. Pensar en el dinero era de burgueses; preocuparte por tu propia vida, no patriótico. El estado normal era el hambre. Ellos, nuestros padres, sobrevivieron al desastre, por tanto también nosotros debíamos superarlo. No había otra manera de convertirse en un hombre de verdad. Nos han enseñado a luchar y a sobrevivir bajo cualquier circunstancia. A mí mismo, después del servicio militar, la vida civil me resultaba insulsa. Salíamos en grupo por la noche a la ciudad en busca de emociones fuertes. "
― Svetlana Alexievich , Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster
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" What is it like, radiation? Maybe they show it in the movies? Have you seen it? Is it white, or what? Some people say it has no color and no smell, and other people say that it’s black. Like earth. But if it’s colorless, then it’s like God. God is everywhere but you can’t see Him. They scare us! The apples are hanging in the garden, the leaves are on the trees, the potatoes are in the fields. I don’t think there was any Chernobyl, they made it up. They tricked people. My sister left with her husband. Not far from here, twenty kilometers. They lived there two months, and the neighbor comes running: ‘Your cow sent radiation to my cow! She’s falling down.’ ‘How’d she send it?’ 'Through the air, that’s how, like dust. It flies.’ 'Just fairy tales! Stories and more stories. "
― Svetlana Alexievich , Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster