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" Y AHORA, ¿QUÉ? El salmista dijo: «Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche» (Sal 1.1, 2). No es suficiente sencillamente estudiar la Biblia. Debemos meditar en ella. En un sentido muy real le estamos dando a nuestro cerebro un baño, lo estamos lavando en la solución purificadora de la Palabra de Dios. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. JOSUÉ 1.8 "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro
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" En primer lugar, parece haber inconsistencia interna en la información dada. Por ejemplo, 1 R 16.23 afirma que Omri, rey de Israel, comenzó a reinar en el año 31 de Asa, rey de Judá, y que él reinó doce años. Pero de acuerdo a 1 R 16.29, Omri fue seguido por su hijo Acab en el año 38 de Asa, dándole a Omri un reinado de solo siete años, no doce. En segundo lugar, a partir de fuentes extrabíblicas (griegas, asirias y babilónicas), correlacionadas con información astronómica, una serie confiable de fechas puede ser calculada desde el 892 hasta el 566 A.C. Debido a que se cree que Acab y Jehú, reyes de Israel, son mencionados en registros Asirios, 853 A.C. puede ser fijado como el año de la muerte de Acab y 841 A.C. como el año en el que Jehú comenzó a reinar. "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro
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" Aquí está el manantial de donde aguas fluyen,
Para apagar nuestro calor de pecado. Aquí está el árbol donde la verdad crece,
Para guiar nuestra vida por él. Aquí está el juez que hace cesar la contienda,
Cuando los pensamientos de los hombres fracasan. Aquí está el pan que alimenta la vida
Que la muerte no puede atacar. Las preciadas buenas de salvación,
Vienen a nuestros oídos de aquí. La fortaleza de nuestra fe está aquí,
Y escudo de nuestra defensa. Entonces no seáis como el cerdo que tenía
Una perla a su deseo. Y se deleita más en el comedero
Y en revolcarse en el lodo. No leáis este libro en ningún caso,
Sino con un solo ojo. No lo leáis sino para desear en primer lugar la gracia de Dios,
Para entenderla así. Ora aún en fe con respecto a esto,
Para llevar buen fruto así, Para que el conocimiento pueda traer este efecto,
Para mortificar vuestro pecado. Entonces feliz serás en toda tu vida,
Sea lo que sea que enfrentes. Sí, doblemente feliz serás,
Cuando Dios por muerte a vosotros llame. ( "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro
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" El título original en hebreo de este tercer libro de la ley es tomado de la primera palabra, traducida «Y Él llamó». Varios libros del AT derivan sus nombres hebreos de la misma manera (por ejemplo, Génesis, «En el principio»; Éxodo, «Ahora estos son los nombres»). El título «Levítico» viene de la versión de la Vulgata latina del AT griego (LXX), Leutikon, que quiere decir «asuntos de los levitas» (25.32, 33). Mientras que el libro trata asuntos de las responsabilidades de los levitas, es mucho más significativo que todos los sacerdotes son instruidos en cómo deben asistir al pueblo en la adoración, y el pueblo es informado de cómo vivir una vida santa. Los escritores del Nuevo Testamento citan el libro de Levítico más de quince veces. "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro
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" La solución moderna, aun entre evangélicos, ha sido suponer que alguna forma de dependencia literaria existe entre los Evangelios sinópticos. La teoría más comúnmente aceptada para explicar tal supuesta dependencia literaria es conocida como la teoría de las «Dos fuentes». De acuerdo a esa hipótesis, Marcos fue el primer Evangelio escrito, y Mateo y Lucas entonces usaron a Marcos como una fuente al escribir sus Evangelios. Los que proponen esta posición imaginan una fuente no existente, una segunda fuente, denominada Q (de la palabra alemana Quelle, «fuente»), y defienden que supuestamente esta es la fuente del material en Mateo y Lucas que no aparece en Marcos. Ellos proponen varias líneas de evidencia para apoyar su punto de vista. En primer lugar, la mayoría de Marcos encuentra su paralelo en Mateo y Lucas. Debido a que es mucho más corto que Mateo y Lucas, los últimos dos entonces deben ser expansiones de Marcos. En segundo lugar, los tres Evangelios siguen el mismo bosquejo cronológico general, pero cuando Mateo o Lucas se apartan de la cronología de Marcos, el otro está de acuerdo con Marcos. Expresado de otra manera, Mateo y Lucas no se apartan de la cronología de Marcos en los mismos lugares. "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro
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" Los hebreos quizás usaron monedas por primera vez durante el período persa (500–350 A.C.). Sin embargo, en otras naciones la acuñación de monedas comenzó alrededor del 700 A.C. Antes de esto, los metales preciosos eran pesados, pero no contados como dinero. Algunas unidades aparecen tanto como medidas de dinero como de peso. Esto tiene su origen en la costumbre de nombrar a las monedas según su peso. Por ejemplo, el siclo era una medida de peso mucho antes de que se convirtiera en el nombre de una moneda. Resulta muy útil relacionar las monedas bíblicas con los valores actuales. Sin embargo, no podemos hacer equivalencias exactas. En nuestros días es difícil determinar el valor fluctuante del poder adquisitivo de la moneda. Más difícil aun es determinar el valor de monedas utilizadas hace dos o tres mil años. Por consiguiente, es mejor escoger valores significativos relacionados con el tiempo, como el salario diario de un trabajador típico. El salario de un día correspondiente al sistema judío antiguo (un siclo de plata era el salario de cuatro días), así como a los sistemas griego y romano (el dracma y el denario eran monedas que representaban un día de salario). Las monedas que aparecen a continuación equivalen a un día de salario actual de treinta y dos dólares en Estados Unidos. "
― John F. MacArthur Jr. , El manual bíblico MacArthur: Un estudio introductorio a la Palabra de Dios, libro por libro