43
" ¡Que tres semanas! Todavía hoy, pasadas dos décadas, Nerea las trasladaría íntegras, con sus noches y sus días, con sus mañanas y sus tardes, a una imaginaria secuencia de los momentos estelares de su vida. Se le ocurre un título: Antología de la felicidad. No cree que pudiera reunir material autobiográfico para un libro grueso o para una película larga. Metería episodios de su infancia, algún viaje memorable, alegrías dispersas y, por descontado, las tres semanas que pasó en Zaragoza con su chico alemán. Nunca ha vuelto a amar a nadie con la misma pasión, con tanta entrega "
― Fernando Aramburu , Patria
49
" Parecía tranquilo, pero la suya era la tranquilidad del árbol caído. Su soledad deliberada, la de un hombre cada día más cansado. Y tanto como cansado, escamado. Sus cavilaciones, las de una conciencia en la que poco a poco habían dejado de resonar consignas, argumentos, toda esa chatarrería verbal/sentimental con la que durante largos años él había oscurecido su verdad íntima. ¿Y cuál era esa verdad? Cuál va a ser. Pues que había hecho daño y había matado. ¿Para qué? Y la respuesta le llenaba de amargura: para nada. Después de tanta sangre, ni socialismo, ni independencia, ni pollas en vinagre. Abrigaba la firme convicción de haber sido víctima de una estafa "
― Fernando Aramburu , Patria