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Paris Spleen QUOTES

28 " Hay naturalezas puramente contemplativas, impropias totalmente para la acción, que, sin embargo, merced a un impulso misterioso y desconocido, actúan en ocasiones con rapidez de que se hubieran creído incapaces.
El que, temeroso de que el portero le dé una noticia triste, se pasa una hora rondando su puerta sin atreverse a volver a casa; el que conserva quince días una carta sin abrirla o no se resigna hasta pasados seis meses a dar un paso necesario desde un año antes, llegan a sentirse alguna vez precipitados bruscamente a la acción por una fuerza irresistible, como la flecha de un arco. El moralista y el médico, que pretenden saberlo todo, no pueden explicarse de dónde les viene a las almas perezosas y voluptuosas tan súbita y loca energía, y cómo, incapaces de llevar a término lo más sencillo y necesario, hallan en determinado momento un valor de lujo para ejecutar los actos más absurdos y aun los más peligrosos.
Un amigo mío, el más inofensivo soñador que haya existido jamás, prendió una vez fuego a un bosque, para ver, según decía, si el fuego se propagaba con tanta facilidad como suele afirmarse. Diez veces seguidas fracasó el experimento; pero a la undécima hubo de salir demasiado bien.
Otro encenderá un cigarro junto a un barril de pólvora, para ver, para saber, para tentar al destino, para forzarse a una prueba de energía, para dárselas de jugador, para conocer los placeres de la ansiedad, por nada, por capricho, por falta de quehacer.
Es una especie de energía que mana del aburrimiento y de la divagación; y aquéllos en quien tan francamente se manifiesta suelen ser, como dije, las criaturas más indolentes, las más soñadoras. "

Charles Baudelaire , Paris Spleen

33 " No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquél a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.
Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.
Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.
El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.
Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.
Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta. "

Charles Baudelaire , Paris Spleen

35 " This life is a hospital in which each patient is possessed by the desire to change beds. One wants to suffer in front of the stove and another believes that he will get well near the window.

It always seems to me that I will be better off there where I am not, and this question of moving about is one that I discuss endlessly with my soul

"Tell me, my soul, my poor chilled soul, what would you think about going to live in Lisbon? It must be warm there, and you'll be able to soak up the sun like a lizard there. That city is on the shore; they say that it is built all out of marble, and that the people there have such a hatred of the vegetable, that they tear down all the trees. There's a country after your own heart -- a landscape made out of light and mineral, and liquid to reflect them!"

My soul does not reply.

"Because you love rest so much, combined with the spectacle of movement, do you want to come and live in Holland, that beatifying land? Perhaps you will be entertained in that country whose image you have so often admired in museums. What do you think of Rotterdam, you who love forests of masts and ships anchored at the foot of houses?"

My soul remains mute.

"Does Batavia please you more, perhaps? There we would find, after all, the European spirit married to tropical beauty."

Not a word. -- Is my soul dead?

Have you then reached such a degree of torpor that you are only happy with your illness? If that's the case, let us flee toward lands that are the analogies of Death. -- I've got it, poor soul! We'll pack our bags for Torneo. Let's go even further, to the far end of the Baltic. Even further from life if that is possible: let's go live at the pole. There the sun only grazes the earth obliquely, and the slow alternation of light and darkness suppresses variety and augments monotony, that half of nothingness. There we could take long baths in the shadows, while, to entertain us, the aurora borealis send us from time to time its pink sheaf of sparkling light, like the reflection of fireworks in Hell!"

Finally, my soul explodes, and wisely she shrieks at me: "It doesn't matter where! It doesn't matter where! As long as it's out of this world! "

Charles Baudelaire , Paris Spleen

40 " Déjame respirar mucho tiempo, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; sumergir en ellos el rostro, como hombre sediento en agua de manantial, y agitarlos con mi mano, como pañuelo odorífero, para sacudir recuerdos al aire.
¡Si pudieras saber todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que oigo en tus cabellos! Mi alma viaja en el perfume como el alma de los demás hombres en la música.
Tus cabellos contienen todo un ensueño, lleno de velámenes y de mástiles; contienen vastos mares, cuyos monzones me llevan a climas de encanto, en que el espacio es más azul y más profundo, en que la atmósfera está perfumada por los frutos, por las hojas y por la piel humana.
En el océano de tu cabellera entreveo un puerto en que pululan cantares melancólicos, hombres vigorosos de toda nación y navíos de toda forma, que recortan sus arquitecturas finas y complicadas en un cielo inmenso en que se repantiga el eterno calor.
En las caricias de tu cabellera vuelvo a encontrar las languideces de las largas horas pasadas en un diván, en la cámara de un hermoso navío, mecidas por el balanceo imperceptible del puerto, entre macetas y jarros refrescantes.
En el ardiente hogar de tu cabellera respiro el olor del tabaco mezclado con opio y azúcar; en la noche de tu cabellera veo resplandecer lo infinito del azul tropical; en las orillas vellosas de tu cabellera me emborracho con los olores combinados del algodón, del almizcle y del aceite de coco.
Déjame morder mucho tiempo tus trenzas, pesadas y negras. Cuando mordisqueo tus cabellos elásticos y rebeldes, me parece que como recuerdos. "

Charles Baudelaire , Paris Spleen