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1 " Quizá no le atraiga la belleza - señaló ella. (Le había dicho que no había visto La tempestad; que no había leído tal libro; tenía un aspecto desaliñado, too él era bigote, barbita y leontina de plata). Pensó que aquello no costaba un penique; los museos y la National Gallery eran gratuitos, y también el campo. Conocía, claro está, las objeciones: lavar, cocinar, los niños; pero la raíz de las cosas, lo que tenían que deicr, era que la felicida es muy barata. Puede tenerse por nada. La belleza. ....- ¡ La belleza! - exclamó él. Lamentaba no entenderla si se la desligaba de los seres humanos. "
― Virginia Woolf , Mrs. Dalloway's Party: A Short Story Sequence
2 " Hablaban de todas las cosas del mundo, le parecía ahora; eran demasiado tolerantes para reírse de los demás; le habían enseñado, aunque era solo una niña, a veneraar la belleza. ¿Que había de belo en ese sofocante salón londinense? - ¡Oh, pobres flores! - exclamó.Porque había un par de claveles pisoteados, porque los pétalos de las flores estaban arrugados y mustios. POr sus sentimientos hacia las flores eran casi excesivos. Su madre las adoraba; desde niña le habían enseñado que dañar una flor era dañar lo más exquisito de la naturaleza. "
3 " se dirigió al extremo opuesto del salón, haica un rincón en penumbra donde colgaba un espejo, y se miró. ¡No! No iba bien. Y de inmediato la congoja que siempre intentaba ocultar, la profunda insatisfacción - la sensación que tenía, desde que era niña, de ser inferior a los demás -, se apoderó de ella, implacable, despiadada, con tal intensidad que no podía rechazarla "
4 " y se vio a sí misma saliendo hacia la fiesta, y al pensar en este aspecto de la naturaleza humana, con su paciencia y su capacidad de sufrimiento y de encontrar satisfacción en placeres tan nimios, exiguos y sórdidos, se le llenaron los ojos de lágrimas. "