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1 " We all have to die a bit every now and then and usually it's so gradual that we end up more alive than ever. Infinitely old and infinitely alive. "
― Roberto Bolaño , The Skating Rink
2 " Όλοι είμαστε συνηθισμένοι να πεθαίνουμε κάθε τόσο και σιγά σιγά,ώστε μέρα με τη μέρα γινόμαστε πιο ζωντανοί,είναι αλήθεια.Απείρως γέροι και απείρως ζωντανοί. "
3 " Todos estamos acostumbrados a morirnos cada cierto tiempo y tan poco a poco que la verdad es que cada día estamos más vivos. Infinitamente viejos e infinitamente vivos. "
4 " We're two of a kind, that donkey and me, said Caridad in a dreamy voice. Foreigners in our own land. I would have liked to tell her she was wrong, to point out that in the eyes of the law, I was the only foreigner, but I kept my mouth shut. I put my arm gently around her waist and waited. Caridad might have been foreign to God, to the police and even to herself, but she wasn't foreign to me. I could have said the same for the donkey. "
5 " Όλοι ήμασταν έφηβοι,αλλά περπατημένοι έφηβοι,και ποιητές,και γελούσαμε. "
6 " Añoraba los bares de Barcelona o de México D. F. y al mismo tiempo sabía que aquellos locales, aquellos hoyos inmaculados, se habían esfumado para siempre. Tal vez por eso, un par de veces, estuve en el camping buscando a Gasparín. Nunca lo encontré. La segunda vez que estuve allí la recepcionista me informó, sin que nadie se lo pidiera, que mi amigo era un chico extraño (¡un chico!) y que según sus cálculos debía llevar un par de semanas sin dormir. Ella personalmente lo había ido a buscar más de una vez para que echara una mano, durante el turno de día no iban sobrados de personal. Pero la canadiense siempre estaba vacía. Sólo lo había visto unas tres veces desde que empezó a trabajar y eso no era normal. La tranquilicé explicándole que el mexicano era un poeta y la recepcionista contestó que su novio, el peruano, también lo era y no se comportaba así. Como un zombie. No quise contradecirla. Menos aún cuando dijo, mirándose las uñas, que la poesía no daba nada. Tenía razón, en el planeta de los eunucos felices y los zombies, la poesía no daba nada. "
7 " Las olas, por fin, alcanzaron las rodillas del Recluta. Un escalofrío recorrió sus harapos. Le arrebaté el cuchillo con el que la pobrecita pensaba defenderse (¿de mí? ¡no!) y a partir de ese momento me convertí en una bestia, sollozó el Recluta. ¿Qué están esperando para detenerme? Dije: ¿cómo te van a detener si nadie sospecha nada de ti? El Recluta permaneció en silencio un breve instante, ya teníamos la tormenta sobre nuestras cabezas. Yo la maté, patrón, eso es un hecho, y ahora este pueblo extraño y miserable parece celebrar su luna de miel. Empezó a diluviar. Antes de levantarme y emprender el regreso al hotel le pregunté cómo había sabido que la cantante vivía en el Palacio Benvingut. El Recluta se volvió a mirarme con la inocencia de un niño (entre dos relámpagos vi la cara recién lavada, chorreando agua, de mi hijo): siguiéndola, patrón, siguiéndola por estas calles empinadas sin más intención que velar por ella. Sin más intención que estar cerca del calor humano. ¿Ella estaba sola? El Recluta dibujó unos signos en el aire. Ya no hay nada más que hablar, dijo… "
8 " ¿Quiénes son o eran el señor Montané y sus hijos? ¿A qué se dedicaban? El local está alquilado a una agencia, pero hasta donde sé el propietario no se apellida Montané. A veces, por decir algo, le digo a Álex que en aquel local debió funcionar un negocio de pompas fúnebres o de antigüedades, o una tienda dedicada a la caza deportiva, ocupaciones, todas, que disgustan profundamente a mi ayudante. Son poco sociales, dice. Traen mala suerte. Tal vez tenga razón. Si Montané e Hijos fue una tienda de cazadores, es posible que haya atraído sobre mí un poco de la mala suerte de la que antes me vi libre… La sangre… El asesinato… El miedo de la víctima… Recuerdo un poema, hace tiempo… El asesino duerme mientras la víctima lo fotografía… ¿Lo leí en algún libro o lo escribí yo mismo…? Francamente, lo he olvidado, aunque creo que lo escribí yo, en México D. F., cuando mis amigos eran los poetas de hierro y Gasparín aparecía en los bares de la Colonia Guerrero o de la calle Bucareli después de caminar de una punta de la ciudad a la otra, ¿buscando qué?, ¿buscando a quién…? Los ojos negros de Gasparín en medio de la niebla mexicana, ¿por qué será que al pensar en él el paisaje adquiere contornos antediluvianos? Enorme y lento; dentro y fuera de las miasmas… Pero tal vez no lo escribí yo… El asesino duerme mientras la víctima le toma fotografías, ¿qué les parece? En el lugar más idóneo para el crimen, el Palacio Benvingut, claro… "
9 " Los caminos que recordaba luminosos están ahora cubiertos de sombras. Así que metí el freno, di la vuelta en medio de la carretera y volví a Z.Hasta que no me hube alejado lo suficiente evité mirar por el retrovisor. Lo perdido está perdido, digo yo, y hay que mirar hacia adelante... "