" Mañana me esperaban otros caminos. Fáciles, ruidosos, comunes. La fe a medias, las falsas banderas. Me resignaría a ello, ¿qué otra cosa podía hacer? Puesto que la seducción de la nada era inútil, repugnándole al corazón por tantos indicios dejarse persuadir por ella. Y ni la infelicidad, con su amarga miel, me servía ya. "
― Gesualdo Bufalino , Perorata del apestado & Argos el ciego