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" Y otro día, como salieron de Betania, tuvo hambre. - Y viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue allá por si hallaría alguna cosa en ella; y cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, porque no era tiempo de higos. – Y respondiendo le dijo: Nunca más coma nadie de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos. Y al pasar por la mañana, vieron que la higuera se había secado de raíz. - Y se acordó Pedro y le dijo: Maestro, cata ahí la higuera que maldijiste cómo se ha secado. - Y respondiendo Jesús les dijo: "Tened fe en Dios. – En verdad os digo, que cualquiera que dijera a este monte: Levántate y échate en el mar; y no dudare en su corazón, mas creyere que se hará cuanto dijere, todo le será hecho. (San Marcos, cap. XI, v. 12, 13, 14 y 20 a 23.) 9. La higuera seca es el símbolo de las gentes que sólo son buenas en la apariencia, pero que en realidad no producen nada bueno; oradores que tienen más brillo que solidez, sus palabras tienen el barniz de la superficie, agradan al oído, pero cuando se les analiza nada sustancial se encuentra para el corazón; después de haberlos escuchado se pregunta uno qué partido se ha sacado de sus oraciones. Es también el emblema de todos los que tienen los medios de ser útiles y no lo son; de todas las utopías, de todos los sistemas vacíos, de todas las doctrinas sin bases sólidas. Lo que falta la mayor parte de las veces es la fe, la fe fecunda, la fe que remueve las fibras del corazón; en una palabra, la fe que transporta las montañas. Son árboles que tienen hojas, pero no dan frutos; por esto Jesús les condena a la esterilidad, porque vendrá un día que se secarán de raíz; es decir, que todos los sistemas, todas las doctrinas que no hayan producido ningún bien para la humanidad, caerán en la nada, y todos los hombres voluntariamente inútiles por falta de haber puesto en práctica todos los recursos que tenían, serán tratados como la higuera que Jesús secó. "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" Los médiums son los intérpretes de los espíritus, supliendo los órganos materiales que a éstos faltan para transmitirnos sus instrucciones; por esto están dotados de facultades a este efecto. En estos tiempos de renovación social, tienen una misión particular; son árboles que deben dar el pasto espiritual a sus hermanos, multiplicándose para que el pasto sea abundante; los hay en todas partes, en todas las comarcas, en todas las clases de la sociedad, entre los ricos y los pobres, entre los grandes y entre los pequeños, a fin de que no haya desheredados, y para probar a los hombres que "todos son llamados". Mas si desvían de su objeto providencial la facultad preciosa que se les ha conferido, si la hacen servir para cosas fútiles y perniciosas, si la ponen al servicio de intereses mundanos, si en vez de frutos saludables los dan malsanos, si rehúsan el ser provechosos para los otros, sí ellos mismos no se aprovechan mejorándose, son como la higuera estéril; Dios les retirará un don que es inútil en sus manos, la semilla que ellos no saben hacer fructificar, y les dejará que sean presa de los malos espíritus. "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS La verdadera propiedad 9. El hombre no posee en propiedad sino lo que puede llevarse de este mundo. Lo que encuentra cuando llega y lo que deja cuando se va, lo goza mientras permanece en él; pero puesto que está obligado a abandonarlo, sólo tiene el usufructo y no la posesión real. ¿Qué posee pues? nada de lo que puede ser de uso para el cuerpo, y si todo lo que es para uso del alma: la inteligencia, los conocimientos, las cualidades morales, esto es lo que trae y lo que se lleva, lo que ninguna persona puede quitarle, y lo que le servirá en el otro mundo más aún que en éste; de él depende el ser más rico cuando se va que cuando llega, porque de lo que haya adquirido en bien, depende su posición futura. Cuando un hombre va a un país lejano, arregla su pacotilla de los objetos que tienen salida en el país; pero no se carga con aquellos que le serían inútiles. Haced, pues, lo mismo para la vida futura, y haced provisión de todo lo que podrá serviros. "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" Fuera de la Iglesia no hay salvación. Sin la verdad no hay salvación 8. En tanto que la máxima: "Sin caridad no hay salvación", se apoya en un principio universal y prepara a todos los hijos de Dios al acceso en la felicidad suprema, el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", no se apoya en la fe fundamental en Dios y en la inmortalidad del alma, fe común a todas las religiones, sino "en la fe especial en dogmas particulares". Es exclusivo y absoluto; en vez de unir a los hijos de Dios, los divide; en lugar de excitar el amor de sus hermanos, mantiene y sanciona la irritación entre los sectarios de los diferentes cultos, que se consideran recíprocamente como malditos en la eternidad, aun cuando fuesen parientes o amigos en este mundo; desconociendo la grande ley de igualdad ante la tumba, los separa también en el campo del reposo. La máxima: "Sin caridad no hay salvación", es la consagración del principio de la igualdad ante Dios y de la libertad de conciencia; con esta máxima por regla, todos los hombres son hermanos, y cualquiera que sea el modo de adorar a Dios, se tienden la mano y ruegan unos por otros. Con el dogma: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", se lanzan el anatema, se persiguen y viven como enemigos; el padre no ruega por el hijo, ni el hijo por su padre, ni el amigo por el amigo; sino que se creen recíprocamente condenados para siempre. Este dogma es, pues, esencialmente contrario a las enseñanzas de Cristo y a la ley evangélica. 9. "Sin la verdad no hay salvación", sería el equivalente de: "Fuera de la Iglesia no hay salvación", y enteramente exclusivo, porque no hay una sola secta que no pretenda tener el privilegio de la verdad. ¿Qué hombre es el que puede vanagloriarse de poseerla por completo, cuando el círculo de los conocimientos se ensancha sin cesar y cuando las ideas se rectifican todos los días? La verdad absoluta es sólo patrimonio de los espíritus del orden más elevado, y la humanidad terrestre no podía pretenderla, porque no le es dado el saberlo todo; sólo puede aspirar a una verdad relativa y proporcionar a su adelantamiento. Si Dios hubiese hecho de la posesión de la verdad absoluta la condición expresa de la felicidad futura, este sería un decreto de proscripción general; mientras que la caridad aun en su más alta acepción, puede ser practicada por todos. El Espiritismo, de acuerdo con el Evangelio, admitiendo que puede uno salvarse, cualquiera que sea su creencia, con tal que observe la ley de Dios, no dice: "Fuera del Espiritismo no hay salvación"; y como no pretende enseñar aún toda la verdad, tampoco dice: "Sin la verdad no hay salvación", máxima que dividiría en vez de unir y perpetuaría el antagonismo. "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" ¿Qué debemos pensar de las personas que habiéndoseles pagado sus beneficios con ingratitudes, ya no hacen bien por miedo de encontrar ingratos?". Estas personas tienen más egoísmo que caridad, por que hacer el bien sólo para recibir muestras de reconocimiento es no hacerlo con desinterés, y el bien desinteresado es el bien agradable a Dios. También hay orgullo, porque se complacen en la humildad del obligado que viene a poner el reconocimiento a sus pies. El que busca en la Tierra la recompensa del bien que hace, no la recibirá en el cielo; pero Dios tendrá buena cuenta del que no la busca en la tierra. Es necesario ayudar a los débiles siempre, aunque antes se sepa que aquellos a quienes se hace bien, no quedarán agradecidos. Sabed que si aquellos a quienes se hace el servicio olvidan el favor, Dios os lo tomará más en cuenta que si fueseis recompensados por el reconocimiento de vuestro obligado. "Dios permite que algunas veces os paguen con ingratitudes para probar vuestra perseverancia en hacer el bien". Por otra parte, ¿qué sabéis vosotros si este favor olvidado por el momento, reportará más tarde buenos frutos? Por el contrario, estad seguros de que es una semilla que germinará con el tiempo. Desgraciadamente vosotros sólo véis el presente, y trabajáis para vosotros y no para los demás. Las buenas obras acaban por ablandar los corazones más endurecidos; puede que sean desconocidas en la tierra; pero cuando el espíritu esté desembarazado de su velo carnal, se acordará, y este recuerdo será su castigo; entonces le pesará su ingratitud, querrá reparar su falta y pagar su deuda en otra existencia, aceptando a menudo una vida de abnegación hacia su bienhechor. Este es el modo cómo, sin vosotros saberlo; habréis contribuido a su adelantamiento moral y reconoceréis más tarde toda la verdad de esta máxima. Una buena obra nunca se pierde. Pero habréis trabajado también para vosotros, porque tendréis el mérito de haber hecho el bien con desinterés, sin dejaros desanimar por los desengaños. ¡Ah! amigos míos, si conociéseis todos los lazos que en la vida presente os unen a vuestras existencias anteriores, si pudiéseis abrazar la multitud de relaciones que unen los seres unos a otros para su progreso mutuo, admiraríais mucho más aun la sabiduría y la bondad del Criador, que os permite volver a vivir para llegar hasta El. (Guía protector. Sens, 1862). "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" 20. "La beneficencia, ¿es bien entendida cuando es exclusiva entre las personas de una misma opinión, de una misma creencia, o de un mismo partido?". No; es menester, sobre todo, abolir el espíritu de secta y de partido; porque todos los hombres son hermanos. El verdadero cristiano sólo ve hermanos en sus semejantes, y antes de socorrer al que está necesitado, no consulta ni la creencia ni su opinión, cualquiera que ella sea. ¿Seguiría acaso el precepto de Jesucristo, que dice que también debemos amar a nuestros enemigos, si rechazase a u desgraciado, porque éste tuviese otra fe que la suya? Que lo socorra, pues, sin pedirle cuenta de su conciencia, porque si es un enemigo de la religión, es el medio de hacérsela amar; rechazándole se la haría aborrecer. (San Luis. París, 1860). "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo
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" La fe es humana o divina, según como el hombre aplica sus facultades a las necesidades terrestres o a sus aspiraciones celestes y futuras. El hombre de genio que persigue la realización de alguna grande empresa, consigue su objeto si tiene fe, porque siente en él que debe y puede realizarlo, y esta certeza le da una fuerza inmensa. El hombre de bien que creyendo en su porvenir celeste quiere llenar su vida de nobles y bellas acciones, saca de la fe, con la certeza de la felicidad que le espera, la fuerza necesaria, y también con esto se realizan los milagros de la caridad, de afecto y de abnegación. En fin, con la fe no hay malas inclinaciones que no lleguen a vencerse. "
― Allan Kardec , O Evangelho Segundo O Espiritismo