Home > Work > Heredera de dragones (El último reino, #2)
1 " Buenos Aires era una ciudad sorprendente. Parecía hecha con pedazos de ciudades de todo el mundo y las había amalgamado de manera mágica entre callejuelas, avenidas y edificios de porte señorial. "
― Leo Batic , Heredera de dragones (El último reino, #2)
2 " ... verás, no es bueno atacar con odio, uno pierde perspectiva, concentración y claridad. "
3 " El dolor, cuando se instala en nuestro cuerpo, no quiere irse. Sobretodo si fue forjado en una relación.Cada foto, cada rincón de la casa, el barrio o la ciudad está impregnada por aquella persona que ya no está a nuestro lado. Y como si fuera a propósito, el recuerdo nos trae a la memoria los momentos más felices, las situaciones más divertidas, la complicidad, las sonrisas compartidas, el dolor soportado juntos.¿Y ahora qué necesito esa mano? ¿Cómo soporto el dolor?Esa unión que antes alimentaba mi amor, se ha desgarrado, se rompió y ya no hay vínculo que lo reemplace.Como un muñón, ahora debo aprender a vivir sin esa parte de mi, que se ha ido.Una herida infectada es mejor cortarla, limpiarla aunque duela, coserla y esperar a que cicatrice. No hay manera de hacerlo más fácil. No hay trampa posible que le hagamos a nuestro corazón. Pero sanará.Pero sabemos que el dolor a cuenta gotas sería muchísimo peor a la larga, drenaría nuestra vida, nos haría infelices para siempre. Y es mortal.Y cuando reconocemos que hay otras conexiones que salen de nosotros, que tenemos espacio para abrir un nuevo canal, cuando vemos que hay otros que necesitan también sanar sus heridas, entonces aceptamos recorrer un nuevo camino.Solo debemos tener un solo cuidado: el desierto que cruzamos en el dolor nos permite saber quiénes somos, qué queremos, qué hicimos mal, que nos dejamos hacer y no debimos, qué tanto nos rebajamos o que tan inflexibles somos. No es necesario sufrir, pero es imprescindible aprender. En el camino nos habremos recuperado y estaremos caminando hacia otro horizonte. "
4 " A veces es bueno escuchar al cielo, porque nos anuncia la llegada de la tormenta. Está en nosotros decidir si queremos mojarnos o escondernos hasta que pase el temporal. "