Home > Work > Celia en el colegio (Celia, #2)
1 " Por la mañana, casi de noche, mientras dormimos todas, entra la madre Loreto, da tres palmadas y dice: "El ángel del Señor anunció a María, y todas se sientan en la cama y contestan: "Dios te salve, María...".Eso está muy bien, y es muy bonito, pero a otra hora, no tan temprano. Por eso me hago la dormida y no contesto.La madre me riñe mucho.-Esto no puede seguir así. Usted está obligada a decir el Avemaría a la voz del Ángel.-Yo no he oído decir nada al ángel; en cuanto le oiga contestaré...-¡A callar! ¡Estamos en el silencio mayor! "
― Elena Fortún , Celia en el colegio (Celia, #2)
2 " (...) ¡Toda la tarde la pasamos cosiendo!... (...)-¡ Pero qué manos de trapo tiene usted! -me dice la madre Mercedes-. ¡Es usted un chicazo!... [Celia, aburrida y asustada por si la riñen por su falta de afición a la costura](...)-¡Pero usted está dejada de la mano de Dios! me ha dicho la madre Mercedes.-¿Sí? ¿Y las otras niñas no están dejadas?-¡No diga simplezas! ¿No le da vergüenza ver todas las labores que hacen sus compañeras con la ayuda de Dios? No me da ni pizca. ¡Si Él me ayudara, también yo las haría! ¡Vaya una gracia! "
3 " (...) Porque la madre Florinda tiene mucho deseo de morirse para ir al cielo a tocar el arpa con los angelitos. ¡Una tontería! También la podría tocar aquí. "
4 " Otro día [el padre Valverde] nos habló del Limbo, que es un sitio muy aburrido, lleno de niños sentados en fila, sin moverse, porque no están bautizados. Y luego del Purgatorio, que también es feo y hace mucho calor, y un barullo terrible, porque todos hablan a un tiempo... Al fin nos contó cómo era el cielo. Fue el último día. ¡Qué bonito debe de ser! Nos dijo que había que subir primero siete escalones de plata... Y allí en el descansillo están las almas que van a entrar, vestidas de blanco, esperando que las llamen. Luego hay que subir otros siete escalones de oro y otros siete de diamantes, y siete rayos de luna y siete rayos de sol..., y no sé, porque es tan bonito, que lo confundo con el palacio de Aladino y tengo miedo de contarlo mal. Allí arriba hay coros de ángeles cantando, y santos (...) Y, claro, he decidido irme al cielo, porque me gusta más que el colegio "