2
" Nos guiamos por promesas idílicas de bienestar económico individual: un trabajo estable, ropa de calidad, una familia pequeña y agradable, buena comida, vacaciones tres veces al año.
Nuestros intereses y nuestro sentido de la responsabilidad se han trasladado claramente al ámbito de lo privado, en detrimento de la política. Las aspiraciones de mi generacionen tienen más que ver con la seguridad, la tradición, la calidez de los afectos y el conocerse a uno mismo, que con la experimentación, las rupturas, la aventura y la solidaridad: así lo exige la llamada "sociedad de la competencia". […] Ya decimos que sí a hacer carrera y rendir profesionalmente ¿cómo podríamos acceder también a abrazar una posición política o asumir una responsabilidad pública? "
― Meredith Haaf , Dejad de lloriquear: Sobre una generación y sus problemas superfluos