3
" Si hablas con la gente, sin embargo, verás que la mayoría tiene mucha más conciencia de lo que limita su libertad que de la libertad misma. Te dirán: "¿Libertad? ¿Pero de qué libertad me hablas? ¿Cómo vamos a ser libres, si nos comen el coco desde la televisión, si los gobernantes nos engañan y nos manipulan, si los terroristas nos amenazan, si las drogas nos esclavizan, y si además me falta dinero para comprarme una moto, que es lo que yo quisiera?" En cuanto te fijes un poco, verás que los que así hablan parece que se están quejando pero en realidad se encuentran muy satisfechos de saber que no son libres. En el fondo piensan: "¡Uf! ¡Menudo peso nos hemos quitado de encima! Como no somos libres, no podemos tener la culpa de lo que nos ocurra..." Pero yo soy seguro de que nadie -nadie- cree de verdad que no es libre, nadie acepta sin más que funciona como un mecanismo inexorable de relojería o como una termita. Uno puede considerar que optar libremente por ciertas cosas en ciertas circunstancias es muy difícil [...] y que es mejor decir que no hay libertad para no reconocer que libremente se prefiere lo más fácil [...]. Pero dentro de las tripas algo insiste en decirnos: "Si tú hubieras querido...". "
― Fernando Savater , Ética para Amador
10
" Pay no attention to those who tell you that the world, politically, is unlivable, that nobody can attain a good life, ethically speaking, in a context as unjust, as violent, and as aberrant as the one we live in. The same thing has been said in every age, and with justification, for human societies have always been of this world, and hence full of flaws, abuses, and crimes. Yet in every age there have been people capable of living well, or at least of trying to live well. When they can, they help to improve the society through what they are able to accomplish; if that is not possible, at least they don’t make it worse, which is no small thing. They have fought—and they still fight, you can be sure—for the human relations "
― Fernando Savater , Ética para Amador
18
" «Aunque los estados observasen los pactos entre ellos perfectamente, es lamentable que el uso de ratificarlo todo por un juramento religioso haya entrado en las costumbres –como si dos pueblos separados por un ligero espacio, solamente por una colina o por un río, no estuviesen unidos por lazos sociales fundados en la propia naturaleza– pues esta práctica hace creer a los hombres que han nacido para ser adversarios o enemigos, y que tienen el deber de trabajar en su perdición recíproca, a menos que se lo impidan los tratados. (…). Por el contrario, nadie debería ser tenido por enemigo, si no hubiese causado un daño real. La comunidad de naturaleza es el mejor de los tratados y los hombres están más íntima y más fuertemente unidos por la voluntad de hacerse recíprocamente el bien que por los pactos, más vinculados por el corazón que por las palabras» (Tomás Moro, Utopía). "
― Fernando Savater , Ética para Amador