Home > Work > Ángel, la mênis del guardián
1 " Ella, sin duda, era la encarnación de la belleza que encontraba en la Tierra. Tenía que pasar por penas y sacrificios y tenía que seguir, aunque pareciera que no había hacia dónde ir, pero al final valía la pena, porque ante la adversidad, su alegría resurgía como un atardecer. Y eso no lo encontraría ni en el Cielo. "
― Anagaby Arrieta , Ángel, la mênis del guardián
2 " Es irónico que el Cielo sea donde más libertad tengamos y, a la vez, donde menos contacto hay con los que más anhelo. "
3 " No se trata de conocer tu realidad, sino de descubrirla. Por más que trato de ignorarla, hay una voz dentro de mi cabeza que no deja de preguntarse '¿cómo sería? "
4 " Frunció las cejas con fuerza, sintiéndose grande e insignificante, fuerte y débil, todo al mismo tiempo. "
5 " La seriedad en su mirada decía más sobre su temor y valor mezclados que las palabras de haberlas hablado "
6 " ¿Por qué el presente era tan cruel haciéndose sentir más consciente cuando recordaba que cuando lo vivía? "
7 " Cada vez que el atardecer se presentaba, Cristina se sentía nueva. Las sombras alargadas y las luces dominantes contrastaban con un balance perfecto, parecía diseñado por alguien, como si ella fuese un personaje dentro de una gran pintura. "
8 " [Se había enamorado] de la misma manera que aparecen las estrellas en el cielo: apenas uno nota un tímido resplandor, cuando, de pronto, el firmamento ya está lleno. "
9 " En esa mirada cálida, se sentía como en un hogar. "
10 " En esa mirada cálida, se sentía como en un hogar "
11 " De cada instante que el universo ha vivido y vivirá, el presente era justo donde estaba. Dentro del insignificante espacio que aún ocupaba comparado con el infinito[…] ¿Por qué no era el presente millones de años antes, o millones de años después? "
12 " Extendió sus brazos para recibir el gélido viento que corría hacia ella. Al hacerlo, se sintió fuerte y libre, como una gaviota planeando sobre el mar sin preocupaciones, temores o inseguridades; ni siquiera fronteras que le dijeran hasta donde podía ir. ¡Cuánto deseaba no sentir que cargaba cadenas! "