Home > Work > El globo de colores
1 " Yo he visto estos solitarios apretujados en increíbles racimos en los andenes y en los coches del tren subterráneo. Apenas queda espacio para mantenerse en pie dentro del denso rebaño, y sin embargo todos van solos, nadie está acompañado; entre el ruido de las ruedas y los mugidos del motor es raro oír una voz humana, y cuando se oye todos los que la alcanzan se vuelven como recién despertados, llenos de sorpresa y hasta de desazón. Cuando alguien quiere informarse sobre el itinerario se dirige al plano mudo que está en la pared, con el gesto con que el peregrino en el desierto o en el mar mira las estrellas para consultar el rumbo. Tampoco casi nadie mira a otro, y cuando por azar dos miradas se cruzan, instantáneamente se desvían llenas del temeroso presentimiento de haberse asomado al más allá. En los andenes esta masa se forma sin soldaduras ni unidad, y se deshace sin desgarramiento, con la silenciosa mecánica con que las moléculas de los líquidos se yuxtaponen y se separan. Moléculas de soledad. "
― Arturo Uslar Pietri , El globo de colores
2 " Hay zonas pobladas y hay desiertos. Hay países industrializados y países en las más atrasadas etapas de la vida económica. Hay naciones que nadan en la fantasía de la riqueza petrolera y naciones cubiertas por la oscura sombra del hambre. Y hay la pavorosa alternativa entre el hormiguero despiadadamente desorganizado y el hormiguero despiadadamente organizado. "
3 " La condición americana, en lo esencial, es la de tener poca sensibilidad para el pasado. No nos sentimos prisioneros del pasado. Estamos como más libres, sueltos y ágiles para afrontar los requerimientos del presente y del mañana. En el fondo de toda verdadera conciencia europea hay la noción de que el ayer es más importante que el hoy. En el fondo de toda conciencia verdaderamente americana está activa la noción de que el hoy y el mañana son más importantes que el ayer. No tenemos cómo vivir de herencia, sino de faena propia. "
4 " Entre la gente que marcha por la calle van muchas parejas de enamorados. Se besan y acarician sin mirar a los que pasan, y casi sin que los que pasan los miren. Pero, sin embargo, todos tienen cierto aire de furtivo o pasajero encuentro, como si un azar favorable los hubiera reunido y pudiera separarlos en el mismo instante. "
5 " Abajo hay miedo, sufrimiento y muerte. Hay guerra. Y todo parece ser tan normal que podríamos olvidarlo. Así es nuestro mundo. Todo parece ser normal, a pesar de que se están cometiendo crímenes todos los días, en grande o pequeña escala, junto a nosotros, en medio de nosotros o por medio de nosotros. "
6 " A mí me tocó ser adolescente en el tiempo en que se leía a Salgari. Hoy poca gente lo hace y es lástima. Pobre Emilio Salgari, atado al banco de galeote de un editor italiano, produciendo novelas y novelas sin término sobre todo lo que en su tiempo pertenecía a la geografía fabulosa. Del fondo de la memoria me vienen los nombres de su India y su Malasia. Sandokan, Yáñez, Tremal Naik, Kammamuri, los «thugs» asesinos. Una geografía de visiones.Y también el «Libro de la jungla» de Kipling. Lo que está en alguna parte del nocturno, en invisible abajo, es la jungla de Kipling. Donde el tigre Shere-Kan bosteza y la pantera negra Bagheera se agazapa. La de Naga la cobra y Rikki-Tiki-Tavi la mangosta, la de los lobos de Seoanee y la de Balú el oso y la del consejo de animales y los cantos de las tribus. Los que vamos dentro del monótono tabaco del avión ya no tenemos nada en común con Mowgli, el niño-lobo, y estamos desterrados de por vida de la geografía de Salgari y de la zoología de Kipling. "