Home > Work > Tuareg (Tuareg #1)
1 " الأخلاق مسألة عادات ويجب ألا نحكم أبداً،وحسب معاييرنا،على أفعال أولئك الذين لديهم،حسب عادات أسلافهم،رؤى ومعايير عن الحياة مختلفة. "
― Alberto Vázquez-Figueroa , Tuareg (Tuareg #1)
2 " الطوارق هم الوحيدين بين كل الشعوب الإسلامية الذين مازالوا يتبعون بوفاء تعليمات محمد،معلنين المساواة بين الجنسين،ونساؤهم ليس فقط أنهنّ لا يحجّبن وجوههنّ بالحجاب- خلاف الرجال- إنما يتمتعن أيضا بحرية مطلقة حتى لحظة الزواج،دون تقديم حساب عن أفعالهن،لا لآبائهن ولا لزوجهن المستقبلي،والذي بشكل عام يخترنه هنّ بأنفسهن وحسب عواطفهن.. "
3 " إحدى المشاكل الكبيرة لقارتنا-أكد مرة بعد أخرى-هي الواقع الذي لايدحض،إن القسم الأعظم من الشعب الإفريقي هو،في حد ذاته أكثر عنصرية من الكولونياليين أنفسهم.قبائل جيران،أخوة تقريبا،يكنون لبعضهم الضغينة والإحتقار،والآن بقدوم الإستقلال يظهرون بوضوح أن الدهمائي ليس لديه عدو أسوأ من الدهمائي نفسه الذي يتكلم لهجة أخرى .لن نرتكب الخطأ ذاته.أنتم الذين ستحكمون هذه الامة ليكن واضحاً أمامكم،أن البدو والطوارق وقبائل الجبال ليسوا في مستوى أدنى،إنما مختلفون فحسب....مختلفون . "
4 " Ved cómo el odio y las luchas entre familias a nada conducen, más que al miedo, la locura y la muerte y cierto es que en muchos años que combatí junto a los míos contra nuestros eternos enemigos […], jamás vi nada bueno que lo justificase, porqué las rapiñas de unos con las rapiñas de otros se pagan, y los muertos de cada bando no tienen precio, sino que como una cadena van arrastrando nuevos muertos. "
5 " -... dime: ¿qué otra cosa podemos hacer?— Abandonar.— ¿Y volver a la ciudad? —inquirió Gacel en tono despectivo —. ¿O volver a vagabundear como leprosos? Nadie nos quiere en ninguna parte, pequeña. Nadie quiere saber nada de la familia Sayah, y no podemos obligar a la gente a que nos acepte. Pero sí podemos obligar al desierto a que nos acepte, aunque sea profundizando en él hasta que lleguemos a su mismísimo corazón.— ¿Pero y si no llegamos nunca?— Llegaremos — replicó su hermano mayor con absoluta firmeza —. Si las palmeras han conseguido llegar, nosotros también.—¿Cómo puedes estar tan seguro?—Porque el día que un imohag no sea capaz de hacer lo que es capaz de hacer una palmera, nuestra raza estará condenada a desaparecer de la faz de la tierra. Y aún no ha llegado ese momento.— Pero una palmera tiene raíces y nosotros no.— Las raíces de nuestro pueblo son más profundas y están más firmemente asentadas en esta tierra que las de la más alta de las palmeras — intervino su madre con voz pausada... "
6 " In Sahara, orice om avea timpul, linistea si atmosfera necesara ca sa se regaseasca pe sine, sa priveasca in departare sau in propriul suflet, sa observe Natura care il inconjura si sa mediteze asupra lucrurilor pe care nu le stia mai mult decat prin mijlocirea cartilor sfinte. Dar acolo, in orase, in sate si chiar in minusculele catune berbere, nu aveai pace, nici timp, nici spatiu si erai ametit de zgomote si de problemele celorlalti, de glasurile si certurile celorlalti si aveai impresia ca era mult mai important ceea ce li se intampla altora decat ceea ce ti se putea intampla tie. "
7 " Cuenta una vieja tradición que «las palmeras suelen tener la cabeza en el fuego y los pies en el agua»,... "
8 " — ¡Capitán…! ¡Capitán…! ¿Qué broma es ésta? ¿Dónde se han metido?Una sombra oscura nació de entre las sombras de la cocina. Era un targuí alto, muy delgado, con un oscuro "lithan" cubriéndole el rostro, un fusil en una mano y una larga espada en la otra.Se detuvo bajo el porche.— Están muertos -dijo.Le observó incrédulo.— ¿Muertos…? -repitió estúpidamente-. ¿Todos…?— Todos.— ¿Quién los mató?— Yo.Se aproximó sin dar crédito a lo que estaba oyendo.— ¿Tú…? -inquirió agitando la cabeza como para desechar la idea-.¿Pretendes decirme que tú, sin ayuda de nadie, has matado a doce soldados, un sargento y un oficial…?Asintió con naturalidad:— Dormían.Abdul-el-Kebir, que había visto morir a miles de personas, que había ordenado ejecutar a muchas, y que aborrecía a todos y cada uno de sus carceleros, experimentó sin embargo una insoportable sensación de angustia y vacío en la boca del estómago, y se apoyó levemente en el poste de madera que soportaba el porche para no perder el equilibrio.— ¿Los has asesinado mientras dormían? -inquirió-. ¿Por qué?— Porque ellos asesinaron a mi 1huésped. -Hizo una pausa-. Y porque eran demasiados. Si uno daba la voz de alarma, hubieras muerto de viejo entre estas cuatro paredes…Abdul-el-Kebir le observó en silencio y agitó la cabeza afirmativamente, como si comprendiese algo que se le antojó oscuro en un principio.— Ahora te recuerdo… -admitió-.Eres el targuí que nos dio hospitalidad… Te vi cuando me llevaban.— Sí -asintió. Soy Gacel Sayah, eras mi huésped, y tengo la obligación de llevarte al otro lado de la frontera.— ¿Por qué?Le miró sin comprender. Por último, señaló:— Es la costumbre… Pediste mi protección y debo protegerte.— Matar a catorce hombres por protegerme resulta excesivo, ¿no crees…?El targuí no se dignó responder y echó a andar en dirección a la abierta puerta.— Traeré los camellos… -dijo-.Prepárate para un largo viaje.Le observó mientras se alejaba, perdiéndose de vista "