" En el hospital todos acababan reducidos a meros nombres y cifras (...).
Por desgracia, cuanto más atareado se estaba, más difícil era hacer distinciones; y sucedía así, lisa y llanamente, porque dando importancia a cada paciente la rutina se rompía, y un empleo sin rutina a la larga resultaba agotador. "
― Laura Imai Messina , The Phone Booth at the Edge of the World