" La solución del encantador es satisfacer los aspectos tentadores y adictivos de la sexualidad —la atención concentrada, el mayor amor propio, el cortejo placentero, la comprensión (real o ilusoria)—, pero sustraer el sexo mismo. Esto no quiere decir que el encantador reprima o desaliente la sexualidad; bajo la superficie de toda tentativa de encantamiento acecha un señuelo sexual, una posibilidad. "
― Robert Greene , Guía rápida de El arte de la seducción