" Fernando abrazó a Laura y ella no quiso mirar los ojos de su padre; a los muertos se les lloraba una sola vez y luego se trataba de hacer lo que ellos ya no pudieron. No se podría amar, escribir, luchar, pensar, trabajar, con el llanto nublándonos los ojos y la cabeza; el luto prolongado era una traición a la vida del muerto. "
― Carlos Fuentes , Los años con Laura Díaz