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" LA TIERRA DE ALVARGONZÁLEZ

Siendo mozo Alvargonzález,
dueño de mediana hacienda,
que en otras tierras se dice
bienestar y aquí, opulencia,
en la feria de Berlanga
prendóse de una doncella,
y la tomó por mujer
al año de conocerla.
Muy ricas las bodas fueron
y quien las vio las recuerda;
sonadas las tornabodas
que hizo Alvar en su aldea;
hubo gaitas, tamboriles,
flauta, bandurria y vihuela,
fuegos a la valenciana
y danza a la aragonesa.

II

Feliz vivió Alvargonzález
en el amor de su tierra.
Naciéronle tres varones,
que en el campo son riqueza,
y, ya crecidos, los puso,
uno a cultivar la huerta,
otro a cuidar los merinos,
y dio el menor a la Iglesia.

III

Mucha sangre de Caín
tiene la gente labriega,
y en el hogar campesino
armó la envidia pelea.

Casáronse los mayores;
tuvo Alvargonzález nueras,
que le trajeron cizaña,
antes que nietos le dieran.

La codicia de los campos
ve tras la muerte la herencia;
no goza de lo que tiene
por ansia de lo que espera.

El menor, que a los latines
prefería las doncellas
hermosas y no gustaba
de vestir por la cabeza,
colgó la sotana un día
y partió a lejanas tierras.
La madre lloró; y el padre
diole bendición y herencia.

IV

Alvargonzález ya tiene
la adusta frente arrugada,
por la barba le platea
la sombra azul de la cara.

Una mañana de otoño
salió solo de su casa;
no llevaba sus lebreles,
agudos canes de caza;

iba triste y pensativo
por la alameda dorada;
anduvo largo camino
y llegó a una fuente clara.

Echóse en la tierra; puso
sobre una piedra la manta,
y a la vera de la fuente
durmió al arrullo del agua "

Antonio Machado , Campos de Castilla


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Antonio Machado quote : LA TIERRA DE ALVARGONZÁLEZ<br /><br />Siendo mozo Alvargonzález,<br />dueño de mediana hacienda,<br />que en otras tierras se dice<br />bienestar y aquí, opulencia,<br />en la feria de Berlanga<br />prendóse de una doncella,<br />y la tomó por mujer<br />al año de conocerla.<br />Muy ricas las bodas fueron<br />y quien las vio las recuerda;<br />sonadas las tornabodas<br />que hizo Alvar en su aldea;<br />hubo gaitas, tamboriles,<br />flauta, bandurria y vihuela,<br />fuegos a la valenciana<br />y danza a la aragonesa.<br /><br />II<br /><br />Feliz vivió Alvargonzález<br />en el amor de su tierra.<br />Naciéronle tres varones,<br />que en el campo son riqueza,<br />y, ya crecidos, los puso,<br />uno a cultivar la huerta,<br />otro a cuidar los merinos,<br />y dio el menor a la Iglesia.<br /><br />III<br /><br />Mucha sangre de Caín<br />tiene la gente labriega,<br />y en el hogar campesino<br />armó la envidia pelea.<br /><br />Casáronse los mayores;<br />tuvo Alvargonzález nueras,<br />que le trajeron cizaña,<br />antes que nietos le dieran.<br /><br />La codicia de los campos<br />ve tras la muerte la herencia;<br />no goza de lo que tiene<br />por ansia de lo que espera.<br /><br />El menor, que a los latines<br />prefería las doncellas<br />hermosas y no gustaba<br />de vestir por la cabeza,<br />colgó la sotana un día<br />y partió a lejanas tierras.<br />La madre lloró; y el padre<br />diole bendición y herencia.<br /><br />IV<br /><br />Alvargonzález ya tiene<br />la adusta frente arrugada,<br />por la barba le platea<br />la sombra azul de la cara.<br /><br />Una mañana de otoño<br />salió solo de su casa;<br />no llevaba sus lebreles,<br />agudos canes de caza;<br /><br />iba triste y pensativo<br />por la alameda dorada;<br />anduvo largo camino<br />y llegó a una fuente clara.<br /><br />Echóse en la tierra; puso<br />sobre una piedra la manta,<br />y a la vera de la fuente<br />durmió al arrullo del agua