" Todo el pueblo debería sentir ganas de ser bendecido económicamente, para probar la generosidad divina y comprobar en su vida que Dios es, realmente, el dueño de todo el oro y plata que existe sobre la faz de la Tierra. Como está escrito: “Mía es la plata y el oro, dice el Señor de los ejércitos” (Hageo 2:8). "
― Edir Macedo , En los pasos de Jesús