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" -Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Matilde supo que algo acababa de romperse en el interior de Eliah y sintió pánico.
-Estoy cansado de vivir de esta manera, lleno de angustia y de desesperación por el temor constante a perderte, por no se suficiente para ti, por anhelar que me ames más que a nadie, por considerarme menos, por no merecerte...
-Eliah, por favor...
-Déjame hablar. Le temo a tu juicio lo mismo que a mis errores, que son muchos, lo sé, pero están en el pasado y nada puedo hacer para cambiarlos. Le temo a tu condena. En verdad, tú estas muy por encima de mí...
-¡No! -clamó ella, e intentó acercarse, pero Al-Saud volvió a elevar los brazos y caminó hacia atrás.
-Te amo de un modo que no es bueno para mí, tampoco lo es para ti. A veces pienso que es una obsesión que terminará con los dos. "
― Florencia Bonelli , Congo
14
" Bendito sea el día, y el mes, y el año, y la estación, y el tiempo, y la hora, y el punto, y el encantador pueblo, y el sitio en el cual tus hermosos ojos me encadenaron.
Y bendita la dulce agonía de entregarme a ese amor, y el arco y las saetas que me alcanzaron, y las llagas que llegaron a lo más profundo de mi corazón.
Benditas sean las palabras que esparcí cantando el nombre de mi amada, y los suspiros, y las lágrimas y el deseo. "
― Florencia Bonelli , La vuelta del ranquel (Indias Blancas #2)
16
" Dígame lo que tiene que decirme —le exigió, cerca de los labios.
—¿Qué tendría que decirle?
—¿Por qué no vino a mí esta noche? 'Tuve esperándola como un zonzo ahí juera.
—¿Tengo que ir cada noche?”
“Artemio hundió sus dedos en la carne de Rafaela y apretó el ceño. Hizo ademán de hablar y calló. Sus respiraciones agitadas componían el único sonido de la habitación, que crispaba las feroces emociones en que se hallaban envueltos.
—Cada noche. Sí, cada noche —repitió, con los dientes apretados—, cada día, cada
hora, cada minuto. Usté é mía, Rafaela, y la quiero pa'mí, sempre. "
― Florencia Bonelli , Me llaman Artemio Furia