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" Ver la violencia desde la perspectiva de la tierra y los territorios revela otro rasgo distintivo de su historia: la guerra se ha librado mayoritariamente en el campo colombiano, en los caseríos, veredas y municipios, lejanos y apartados del país central o de las grandes ciudades. Es una guerra que muchos colombianos y colombianas no ven, no sienten, una guerra que no los amenaza. Una guerra de la que se tiene noticia a través del lente de los medios de comunicación, que sufren otros y que permite a miles de personas vivir en la ilusión de que el país goza de democracia plena y prosperidad, a la vez que les impide entender la suma importancia de cada decisión, afirmación o negociación política para quienes la sufren. Quienes viven lejos de los campos donde se realizan las acciones de los armados ignoran que, por ejemplo, un acuerdo que pacte un cese al fuego representa para esos campesinos y campesinas la diferencia entre quedarse o huir, entre vivir o morir. "
― Centro Nacional de Memoria Histórica , ¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad
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" los informes abundan en nombres de líderes políticos, cívicos, sindicales, campesinos, comunales y religiosos, de servidores públicos que cumplían con labores judiciales, de control o de vigilancia, o que desempeñaban decentemente sus funciones, de periodistas, de activistas de derechos humanos, de maestros y maestras, de jóvenes emprendedores de iniciativas culturales y ambientales, asesinados, amenazados o perseguidos por desempeñar esos roles en la sociedad. La memoria de la guerra es la memoria de un déficit de ciudadanía y de democracia, de un uso arbitrario y maniqueo de los mecanismos de participación y decisión, pues se reclama la democracia cuando favorece posturas e intereses propios y se atenta contra ella cuando reconoce los intereses y derechos de los otros. "
― Centro Nacional de Memoria Histórica , ¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad
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" [...] ¡eso fue horrible! nosotros no teníamos ningún pensamiento malo, solo era para reclamar por las carreteras; por eso estábamos preparando hacer un teatro, presentar unas danzas, pero fue el ejército el que hizo teatro con nosotros. Eso comenzó con una balacera de parte del ejército... no olvidamos, eso fue muy horrible. Salían tiros por todas partes, nos iban a pe- lar que porque nosotros éramos guerrilleros. El padre Tiberio abrió la puerta de la iglesia para que la gente se refugiara allá, porque esa noche cayó mucha agua. Prácticamente ahí comenzó lo del padre Tiberio, porque a él lo tildaron de guerrillero, a todos los que ayudaron a esta gente los tildaron de guerrilleros, todo el mundo estaba pendiente de esto, los paramilitares entraron y como necesitaban acabar con la guerrilla entonces aprovecharon ahí, y ahí fue donde se sembró el terror en Trujillo, todo comenzó con la marcha [campesina]. "
― Centro Nacional de Memoria Histórica , ¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad