Home > Author > Hillel Halkin
1 " Lo leerás. Después, charlaremos.Ahora solamente diré que, si tuviera quevivir mil vidas, querría vivirlas todascontigo. "
― Hillel Halkin , ¡Melisande! ¿Qué son los sueños?
2 " Mellie:Cuando estábamos en el instituto, creía que no me bastaría con vivir una sola vida. Quería hacer un millón de cosas, amar a un millón de mujeres. Quería vivir mil vidas.Ahora, incluso mil me parecen pocas. No porque todavía quiera amar a un millón de mujeres sino porque quiero amarte un millón de veces.Si solo tuviéramos una vida juntos, la viviría junto a ti jubilosamente, aunque me gustaría que fueran más. Si viviéramos diez vidas, o cien, seguiría queriendo más. Si tú y yo naciéramos una y otra vez, querría que naciéramos siempre siendo tú y yo, para que todas las veces pudiéramos estar juntos de nuevo. Si tras mil vidas contigo me dijeran que estaba viviendo por última vez, me sentiría timado, pero si tuviera que elegir entre vivir una vida contigo y vivir mil vidas sin ti, elegiría esa única vida, independientemente de lo corta que fuera. Lo elegiría ahora y siempre.Hoo "
3 " I didn't want to die, ever. I wanted to watch a million suns set, love a million women, walk down a million city streets and lonely roads. A thousand lifetimes wouldn't be enough for that. Sometimes, convinced I had come down with some fatal illness, I was afraid I wouldn't even have one. "
4 " Nor was Jabotinsky enticed by the idea of Arab resettlement. People might call him an extremist, he said, but at least he had never dreamed of asking Arabs in a Jewish state to emigrate. "
― Hillel Halkin , Jabotinsky: A Life
5 " ¿Recuerdas, Mellie? ¿La cabaña junto al estanque, elagua fría, helada, nuestros cuerpos desnudos calentándoseal amor del fuego?Vimos el sol ocultarse tras el estanque. Los árboles oto-ñales se reflejaban en las aguas. Crecían boca abajo, lostroncos titilantes descendiendo hacia las ramas. Dijiste:—Es un mundo de hadas. ¿Tú crees que sigue habiendoninfas y ondinas ahí abajo?—Es fácil entender por qué la gente creía en ellas —dijeyo.—Sí —dijiste tú—. Eran jóvenes e insensatos. Ahora,hasta las ondinas son viejas y sabias. Miran hacia arriba,hacia el reflejo de los árboles en el cielo, y dicen: «Es fácilentender por qué una vez creímos en seres terrenales». "
6 " is imperative for a “state”—and for us as a nation—to keep the eternal flame from going out, so that amid the innumerable cross-currents that buffet contemporary youth and sometimes toxically lead it astray, the purest of them, the spirit of the Lord, be preserved; that a space be maintained in the public arena for those who preach and contend in its name. In "