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" Nota dell'autrice: Lo stesso si può dire naturalmente di molte opere qui citate. Non si denuncerà mai abbastanza il fatto che libri rari, esauriti, trovabili soltanto sugli scaffali di qualche biblioteca, o articoli pubblicati su vecchi numeri di riviste di alta
cultura, per l'immensa maggioranza del pubblico sono totalmente inaccessibili.
Novantanove volte su cento, il lettore desideroso di apprendere, ma a corto di tempo e privo delle poche nozioni tecniche familiari all'erudito di professione, resta -
volente o nolente - alla mercè di opere divulgative, scelte più o meno a caso; di
queste, a loro volta, le più pregevoli, non sempre ristampate, diventano introvabili.
Quella che noi chiamiamo «la nostra cultura», è più di quel che si creda una cultura per iniziati. "
― Marguerite Yourcenar , Memoirs of Hadrian
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" Apenas llegado a Sharax, el fatigado emperador había ido a sentarse a la orilla del mar, frente a las densas aguas del Golfo Pérsico. En aquel momento no dudaba todavía de la victoria, pero por primera vez lo abrumaba la inmensidad del mundo, la conciencia de su edad y de los límites que nos encierran. Gruesas lágrimas rodaron por las arrugadas mejillas del hombre a quien se creía incapaz de llorar. El jefe que había llevado las águilas romanas a riberas hasta entonces inexploradas, comprendió que no se embarcaría jamás en aquel mar tan soñado; la India, la Bactriana, todo ese Oriente tenebroso del que se había embriagado a distancia, se reducirían para él a unos nombres y a unos ensueños. A la mañana siguiente, las malas noticias lo forzaron a retroceder. Cada vez que el destino me ha dicho no, he recordado aquellas lágrimas derramadas una noche en lejanas playas por un anciano que quizá miraba por primera vez su vida cara a cara. "
― Marguerite Yourcenar , Memoirs of Hadrian