1
" Yo no nací dichoso. De niño, mi himno favorito era: «Cansado del mundo y con el peso de mis pecados». A los cinco años yo pensaba que si había de vivir setenta no había pasado aún más que la catorceava parte de mi vida vital, y me parecía casi insoportable la enorme cantidad de aburrimiento que me aguardaba. En la adolescencia la vida me era odiosa, y estaba continuamente al borde del suicidio, del cual me libré gracias al deseo de saber más matemáticas. Hoy, por el contrario, gusto de la vida, y casi estoy por decir que cada año que pasa la encuentro más gustosa. Esto es debido, en parte, a haber descubierto cuáles eran las cosas que deseaba más y haber adquirido gradualmente muchas de ellas. En parte es debido también a haberme desprendido, felizmente, de ciertos deseos (la adquisición del conocimiento indudable acerca de algo) como esencialmente inasequibles. Pero en la mayor parte se debe a la preocupación, cada día menor, de mí mismo. "
― Bertrand Russell , The Conquest of Happiness
2
" Todo lo que puedo hacer es esperar, dejar pasar los días. El tiempo no lo cura todo, esa es una mentira que se repiten los que están desesperados por olvidar, pero sí consigue poner en espera los sentimientos y las emociones. Apartas los recuerdos y los recluyes en una zona de tu mente a la que, con suerte, solo accedes en esas noches en las que te cuesta conciliar el sueño. Al final, logras vivir y seguir adelante aunque sepas que hay una parte de ti que malvive como puede. Haces balance y llegas a la conclusión de que eres más o menos feliz, y procuras no mirar atrás. "
― Victoria Vilchez , No me quieres, no te quiero (Quiéreme, #1)
3
" Le golpeé el abdomen mientras me reía.
—¿Por qué eres tan cruel?
—Porque si te digo que todo estará bien, te estaría mintiendo. Es lo lógico que extrañes a alguien que quisiste tanto, con quien compartiste parte de tu vida y frente a quien te desnudaste y no me refiero solamente al cuerpo. Pero es la forma en la que tu cerebro procesa la ausencia, vas a estar triste, tendrás recuerdos, añoranzas, maldecirás y te mentirás para sentirte mejor. Debes vivirlo, dejarlo salir, gritar, llorar… sacarlo de ti. Pero, lo peor que puedes hacer es darle más importancia de la necesaria. No te encierres ni te aísles. Habla, con tus amigos, conmigo o con los gatos.
—¿Quién eres? —Le puyé el brazo.
—La respuesta a tu S.O.S. Tu rescatista. Vamos. "
― Isa Quintín , LadyKiller