" Ni su pueblo ni su familia, que tanto lo amaban, lloraron su muerte, porque creían que el llanto obliga el espíritu a quedarse en el mundo para consolar a los vivos. Lo correcto era demostrar alegría para que el espíritu se fuera contento a cumplir otro ciclos en la rueda de la reencarnación, evolucionado en cada vida hasta alcanzar finalmente la iluminación y el cielo, o Nirvana "
― Isabel Allende , Kingdom of the Golden Dragon (Eagle and Jaguar, #2)