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" La clave para el éxito en tierra era el control del territorio; en el mar, la clave era el control de las comunicaciones. Esta es la razón por la que no era necesario poseer el mar. Las operaciones ofensivas y defensivas tendían a superponerse unas con otras. Por esto, la pérdida del control marítimo (que significaba que el tránsito podía interrumpirse), no necesariamente implicaba que otra potencia disfrutara de dicho dominio. «El dominio en el mar generalmente está en disputa. Es este estado de permanente disputa el que más debe interesar a la estrategia naval». Corbett pudo ver por qué era deseable salir al encuentro y destruir la flota enemiga para conseguir el dominio del mar —era el equivalente a la batalla decisiva napoleónica—, pero también comprendió que eso podía ser imposible. Apuntó que Trafalgar estaba «considerada como una de las batallas decisivas en la historia del mundo, y, sin embargo, de todas las grandes victorias, no había una que según todos los indicios hubiera tenido un resultado más estéril. (...) Desde luego le dio el dominio de los mares a Inglaterra, pero dejó a Napoleón como dictador en todo el continente». "

Lawrence Freedman , Strategy: A History


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Lawrence Freedman quote : La clave para el éxito en tierra era el control del territorio; en el mar, la clave era el control de las comunicaciones. Esta es la razón por la que no era necesario poseer el mar. Las operaciones ofensivas y defensivas tendían a superponerse unas con otras. Por esto, la pérdida del control marítimo (que significaba que el tránsito podía interrumpirse), no necesariamente implicaba que otra potencia disfrutara de dicho dominio. «El dominio en el mar generalmente está en disputa. Es este estado de permanente disputa el que más debe interesar a la estrategia naval». Corbett pudo ver por qué era deseable salir al encuentro y destruir la flota enemiga para conseguir el dominio del mar —era el equivalente a la batalla decisiva napoleónica—, pero también comprendió que eso podía ser imposible. Apuntó que Trafalgar estaba «considerada como una de las batallas decisivas en la historia del mundo, y, sin embargo, de todas las grandes victorias, no había una que según todos los indicios hubiera tenido un resultado más estéril. (...) Desde luego le dio el dominio de los mares a Inglaterra, pero dejó a Napoleón como dictador en todo el continente».