" Manuel Mandeb entró en la niebla y se sintió más tranquilo. Prefería caminar en la cerrazón porque el rumbo era incierto, las ubicaciones discutibles y las apariencias confusas. Mandeb sentía terror ante lo irrefutable, ante las decisiones del amor tomadas, ante lo que ya nunca podría ser de otro modo. "
― Alejandro Dolina , Cartas marcadas