" La santidad verdadera no consiste meramente en creer y sentir, sino en hacer y sobrellevar. Nuestra boca, nuestro humor, nuestras pasiones e inclinaciones naturales, nuestra conducta como progenitores e hijos, patrones y siervos, esposos y esposas, gobernantes y gobernados; cómo nos vestimos, cómo empleamos nuestro tiempo, cómo nos comportamos en los negocios, nuestro comportamiento en la enfermedad y en buena salud, en riquezas y en pobreza, todos estos, son temas tratados cabalmente por escritores inspirados. "