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" Su Santidad, muy justa, proceda ahora a canonizar. Y sígase con el cardenal Faulhaber, «el león de Munich», que en 1933 llamaba a Pío XI el mejor amigo de los nazis; que en 1934 le prohibía a la Conferencia Mundial Judía que mencionara siquiera su nombre a propósito de una supuesta defensa suya de los judíos, «una afirmación delirante»; que fue obispo castrense antes de ponerse al frente del episcopado bávaro; que mandaba rezar por Hitler y le hacía repicar las campanas en su honor; y que tras el fallido atentado contra éste del 8 de noviembre de 1939 ofreció una misa solemne en acción de gracias en la iglesia de Nuestra Señora de Munich, y junto con los demás obispos de Baviera le mandó una carta congratulándose de que se hubiera salvado. Como el cardenal Bertram de Breslau, que tras el atentado le mandó un telegrama de felicitaciones en nombre del episcopado alemán y ordenó un tedeum en la catedral de Munich «para agradecerle a la Divina Providencia por la afortunada salvación del Führer en el atentado criminal contra su vida»; "

Fernando Vallejo , Peroratas


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Fernando Vallejo quote : Su Santidad, muy justa, proceda ahora a canonizar. Y sígase con el cardenal Faulhaber, «el león de Munich», que en 1933 llamaba a Pío XI el mejor amigo de los nazis; que en 1934 le prohibía a la Conferencia Mundial Judía que mencionara siquiera su nombre a propósito de una supuesta defensa suya de los judíos, «una afirmación delirante»; que fue obispo castrense antes de ponerse al frente del episcopado bávaro; que mandaba rezar por Hitler y le hacía repicar las campanas en su honor; y que tras el fallido atentado contra éste del 8 de noviembre de 1939 ofreció una misa solemne en acción de gracias en la iglesia de Nuestra Señora de Munich, y junto con los demás obispos de Baviera le mandó una carta congratulándose de que se hubiera salvado. Como el cardenal Bertram de Breslau, que tras el atentado le mandó un telegrama de felicitaciones en nombre del episcopado alemán y ordenó un tedeum en la catedral de Munich «para agradecerle a la Divina Providencia por la afortunada salvación del Führer en el atentado criminal contra su vida»;