" Porque él no le dio a su carne, que tan poco viviría, ni un traje decente, ni una alegría que lo reconciliara con el vivir, él no había hecho nada por el placer de su materia, mientras que a su espíritu no le fue negada ni la geografía de los países para quienes los hombres aún no han descubierto maquinas para llegar. "
― Roberto Arlt , Los siete locos (Los siete locos, #1)