Home > Author > Alexandra Christo >

" Pienso en mi corazón humano, que de repente late tan rápido, demasiado rápido, y en la arruga entre las cejas de Elian mientras espera mi petición.
-¿Alguna vez vas a besarme?
Lentamente, Elian dice:
-Eso no es un favor.
Su mano se mueve y siento una ausencia repentina. Y luego está en mi mejilla, sosteniendo mi rostro entre sus manos, acariciando mi labio con el pulgar. Se siente como lo peor que he hecho y lo mejor que he podido hacer, y lo extraño es que ambas cosas son lo mismo.
Que extraño que en lugar de coger su corazón, esté esperando a que coja el mío.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos? -pregunta.
-Dijiste que era más encantadora cuando estaba inconsciente -Elian ríe y está tan cerca que siento que su cuerpo se estremece contra el mío. Puedo ver cada cicatriz y peca de su piel. Cada veta de color en sus ojos. Me lamo los labios. Casi puedo saborearlo.
-Pregúntamelo otra vez -dice.
Presiona su frente contra la mía, su aliento se rompe en mis labios. Cierro los ojos y lo inhalo. Regaliz y sal marina y, si me muevo, si respiro, entonces este frágil instante entre nosotros desaparecerá con el viento.
-Sólo hazlo ya -digo.
Y lo hace. "

Alexandra Christo , To Kill a Kingdom


Image for Quotes

Alexandra Christo quote : Pienso en mi corazón humano, que de repente late tan rápido, demasiado rápido, y en la arruga entre las cejas de Elian mientras espera mi petición.<br />-¿Alguna vez vas a besarme?<br />Lentamente, Elian dice:<br />-Eso no es un favor.<br />Su mano se mueve y siento una ausencia repentina. Y luego está en mi mejilla, sosteniendo mi rostro entre sus manos, acariciando mi labio con el pulgar. Se siente como lo peor que he hecho y lo mejor que he podido hacer, y lo extraño es que ambas cosas son lo mismo.<br />Que extraño que en lugar de coger su corazón, esté esperando a que coja el mío.<br />-¿Recuerdas cuando nos conocimos? -pregunta.<br />-Dijiste que era más encantadora cuando estaba inconsciente -Elian ríe y está tan cerca que siento que su cuerpo se estremece contra el mío. Puedo ver cada cicatriz y peca de su piel. Cada veta de color en sus ojos. Me lamo los labios. Casi puedo saborearlo.<br />-Pregúntamelo otra vez -dice.<br />Presiona su frente contra la mía, su aliento se rompe en mis labios. Cierro los ojos y lo inhalo. Regaliz y sal marina y, si me muevo, si respiro, entonces este frágil instante entre nosotros desaparecerá con el viento.<br />-Sólo hazlo ya -digo.<br />Y lo hace.