" No había nadie allí para escucharlas gritar «no». O tal vez sí lo había, pero ese «no» no se consideró digno de ser escuchado. Tal vez lo escucharon y no les importó. Los hombres que no quieren escuchar pueden transformar fácilmente el «no» de una una mujer en un «sí». "
― Louise O'Neill , The Surface Breaks