" –Observarás las mismas señales en gente afligida como este. ¿Por qué debe un hombre despreciar su carne y la carne de los demás, cuando es una maravillosa invención de Dios y puede ser más bella que ninguna otra cosa viviente? Es por medio de la carne como nos comunicamos con otros. Los hombres como Diomedes no desean comunicación. Solo desean adulación y obediencia a su excelente intelecto. A los padres que tienen hijos como este yo les digo: «Enseñad a vuestros hijos a amar, a dar, y educadlos en la obediencia de Dios». "

― Taylor Caldwell , Dear and Glorious Physician