" Un escritor más escrupuloso se preguntará ante cada una de sus frases, al menos, cuatro cosas: ¿qué trato de decir?; ¿con qué palabras puedo expresarlo?; ¿qué imagen o frase hecha lo dirá más claro?, y, por último, ¿tiene esta imagen la frescura suficiente para causar en el lector el efecto deseado? Y "