" «El vapor avanzaba lentamente por el filo de un negro e incomprensible frenesí. El hombre prehistórico ¿nos maldecía, nos suplicaba, nos daba la bienvenida…? ¿Quién podría decirlo? Cuanto nos rodeaba resultaba ajeno a nuestra comprensión; pasábamos deslizándonos como fantasmas, asombrados y secretamente horrorizados, como los hombres cuerdos lo estarían ante un estallido de entusiasmo en un manicomio. No podíamos entender, porque estábamos demasiado lejos y no podíamos recordar, porque estábamos viajando por la noche de los primeros tiempos, aquellos tiempos que se fueron y dejaron apenas una señal… y ningún recuerdo. "

― Joseph Conrad , El corazon de las tinieblas, con el Diario del Congo de Conrad y Las voces de Kurtz, con notas e ilustrado