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" Con el corazón desbocado y la sangre latiendo en mis sienes empujé la puerta del baño, que estaba entornada. No recordaba que estuviera así cuando había pasado aquella tarde por cada una de las habitaciones. Apenas se podía ver, estaba totalmente llena de vaho. Abrí la puerta de par en par para que saliera hacia fuera y se despejara un poco.
Allí no había nadie.
Miré la ducha; estaba abierta y con el grifo del agua caliente a máxima potencia. Lo cerré intentando mojarme lo mínimo posible.
Miré a mi alrededor.
Nada. Allí no había nada, ni nadie.
—¿Qué me está pasando? —me pregunté en voz alta.
Me senté en la taza del váter, los codos apoyados en las rodillas y las manos en la cara. Me sentía agotada, física y mentalmente. ¿Qué significaba ese maldito sueño?, ¿era premonitorio?, ¿iba a morir ahogada?, ¿o tal vez había pasado en otra vida?
De nuevo se oyó un golpe en la habitación de al lado. A punto estuve de caerme de donde me encontraba sentada.
Mi corazón amenazaba con estallar.
Miré al frente. Me quedé petrificada. Ya no solamente notaba las pulsaciones de mi acelerado corazón; ahora también podía oírlas.
En el ancho espejo del baño había un mensaje:

«Amy, ayúdanos» "

Elisabet Castany , El eterno legado (La hija de la sacerdotisa, #1)


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Elisabet Castany quote : Con el corazón desbocado y la sangre latiendo en mis sienes empujé la puerta del baño, que estaba entornada. No recordaba que estuviera así cuando había pasado aquella tarde por cada una de las habitaciones. Apenas se podía ver, estaba totalmente llena de vaho. Abrí la puerta de par en par para que saliera hacia fuera y se despejara un poco. <br />Allí no había nadie. <br />Miré la ducha; estaba abierta y con el grifo del agua caliente a máxima potencia. Lo cerré intentando mojarme lo mínimo posible. <br />Miré a mi alrededor. <br />Nada. Allí no había nada, ni nadie. <br />—¿Qué me está pasando? —me pregunté en voz alta. <br />Me senté en la taza del váter, los codos apoyados en las rodillas y las manos en la cara. Me sentía agotada, física y mentalmente. ¿Qué significaba ese maldito sueño?, ¿era premonitorio?, ¿iba a morir ahogada?, ¿o tal vez había pasado en otra vida?<br />De nuevo se oyó un golpe en la habitación de al lado. A punto estuve de caerme de donde me encontraba sentada. <br />Mi corazón amenazaba con estallar. <br />Miré al frente. Me quedé petrificada. Ya no solamente notaba las pulsaciones de mi acelerado corazón; ahora también podía oírlas. <br />En el ancho espejo del baño había un mensaje: <br /><br />	«Amy, ayúdanos»