" Del mismo modo que “el corazón tiene razones que la razón desconoce”, la conciencia tiene razones que el corazón desconoce, y para ciertos seres humanos los dictados de su conciencia suelen estar por encima de los dictados de su corazón.
Al fin y al cabo, con demasiada frecuencia los dictados del corazón no son más que los dictados del deseo recubiertos de un ligero barniz de romanticismo. "
― Alberto Vázquez-Figueroa , Tierra de bisontes (Cienfuegos, #7)