" Se la veía debatirse entre su deseo de dominar la congoja y la imposibilidad de evitarla. La dejó llorar. El llanto es una descarga de la emotividad. Cuando ésta llega a un punto grave de concentración es preciso abrir compuertas al alma. Y el llanto, a veces, es su mejor cauce. "
― Torcuato Luca de Tena , Los renglones torcidos de Dios