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" El ser humano alberga mucho amor, yo lo he notado, pero debe olvidarse de él muy temprano. Sólo así se explica el desamparo al inocente. Nos hemos autoproclamado líderes de este planeta y lo colonizamos como tal, eliminando a nuestra competencia, utilizando a nuestros aliados, hasta que llega el momento de no necesitar a nadie y actuar sin consideración. Cogemos lo que queremos y lo tiramos cuando ya no nos entretiene ni lo necesitamos. Somos una sociedad enferma e infantil, una sociedad que lo quiere todo ahora, sin esperas, sin capacidad para el arrepentimiento, aunque con ello destruyamos todo lo que nos rodee, por la supervivencia de la especie. Así hemos desarrollado la creencia de que el destino de una cabra es caer de un campanario y el de un toro es morir a puñaladas. Así, nos hemos vuelto insensibles ante nuestros semejantes, humanos como nosotros. Aquellos que llegan muertos y arrastrados por el mar a nuestras costas ante la mirada indiferente de un turista. La sensación de propiedad y pertenencia. "

Alberto Mulas Caballero , Divago. Un hombre que no duerme


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Alberto Mulas Caballero quote : El ser humano alberga mucho amor, yo lo he notado, pero debe olvidarse de él muy temprano. Sólo así se explica el desamparo al inocente. Nos hemos autoproclamado líderes de este planeta y lo colonizamos como tal, eliminando a nuestra competencia, utilizando a nuestros aliados, hasta que llega el momento de no necesitar a nadie y actuar sin consideración. Cogemos lo que queremos y lo tiramos cuando ya no nos entretiene ni lo necesitamos. Somos una sociedad enferma e infantil, una sociedad que lo quiere todo ahora, sin esperas, sin capacidad para el arrepentimiento, aunque con ello destruyamos todo lo que nos rodee, por la supervivencia de la especie. Así hemos desarrollado la creencia de que el destino de una cabra es caer de un campanario y el de un toro es morir a puñaladas. Así, nos hemos vuelto insensibles ante nuestros semejantes, humanos como nosotros. Aquellos que llegan muertos y arrastrados por el mar a nuestras costas ante la mirada indiferente de un turista. La sensación de propiedad y pertenencia.