" Aquel Dios del que había oído hablar, pero que, desde hacía largo tiempo, no se preocupaba de negar ni de reconocer, dedicado solamente a vivir como si no existiera, ahora, en ciertos momentos de abatimiento sin motivo, de terror sin peligro, le parecía oírlo gritar dentro de sí: Yo existo "
― Alessandro Manzoni , The Betrothed