" Lo tienes todo en el mundo para rendirte, para caer derrotada de rodillas frente al dolor [...] No le dejas entrar más. Le dices «hasta aquí» a ese bastardo. Al dolor. No le das ni un centímetro más de lo que ya tiene, ni una habitación prohibida más, ni un libro perdido, ni una hermana más. "
― Alaitz Leceaga , Las hijas de la tierra