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" —¡Oh, mi querida Biondetta! —le dije, aunque forzándome un poco—, tú me bastas, tú colmas todos los deseos de mi corazón…
—No, no —replicó vivamente—, Biondetta no debe bastarte: no es ése mi nombre; tú me lo habías dado, me halagaba, lo llevaba con placer; pero debes saber quién soy… Soy el diablo, mi querido Álvaro, soy el diablo…
Al pronunciar esta palabra con un tono de dulzura tan encantadora, cerraba más que exactamente el paso a las respuestas que hubiese querido darle. En cuanto pude romper el silencio, le dije:
—Deja, mi querida Biondetta, o quienquiera que seas, de pronunciar ese nombre fatal y de recordarme un error del que he abjurado hace mucho tiempo.
—No, mi querido Álvaro, no era ningún error; he tenido que hacértelo creer así, querido hombrecito. Era necesario engañarte para que te volvieras, por fin, razonable. Tu especie huye de la verdad: cegarte es la única manera de hacerte feliz. ¡Ah, cuánto lo serás si quieres serlo! Me propongo colmarte de felicidad. Convendrás conmigo en que no soy tan repugnante como me pintan… "

Jacques Cazotte , The Devil In Love


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Jacques Cazotte quote : —¡Oh, mi querida Biondetta! —le dije, aunque forzándome un poco—, tú me bastas, tú colmas todos los deseos de mi corazón…<br />—No, no —replicó vivamente—, Biondetta no debe bastarte: no es ése mi nombre; tú me lo habías dado, me halagaba, lo llevaba con placer; pero debes saber quién soy… Soy el diablo, mi querido Álvaro, soy el diablo…<br />Al pronunciar esta palabra con un tono de dulzura tan encantadora, cerraba más que exactamente el paso a las respuestas que hubiese querido darle. En cuanto pude romper el silencio, le dije:<br />—Deja, mi querida Biondetta, o quienquiera que seas, de pronunciar ese nombre fatal y de recordarme un error del que he abjurado hace mucho tiempo.<br />—No, mi querido Álvaro, no era ningún error; he tenido que hacértelo creer así, querido hombrecito. Era necesario engañarte para que te volvieras, por fin, razonable. Tu especie huye de la verdad: cegarte es la única manera de hacerte feliz. ¡Ah, cuánto lo serás si quieres serlo! Me propongo colmarte de felicidad. Convendrás conmigo en que no soy tan repugnante como me pintan…