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" Le miré de reojo mientras jugueteaba con la taza de café entre mis manos. Si antes me había llamado la atención el misticismo que envolvía a Jareth, ahora sin duda me intrigaba seriamente. Era el primer escritor que conocía, y el simple hecho de que sus escritos no estuviesen a mi alcance me llenaba de curiosidad. ¿Y si lo que escribía era realmente bueno? ¿Y si era mejor que todo cuanto había leído anteriormente?
—Bueno... —dudé, con una sonrisa inocentona en la boca—, quizá algún día puedas dejarme leer algo.
Jareth disimuló una risita que ronroneó en su pecho mientras sus ojos relucían, fijos en mí.
—Tal vez —concedió, casi en un susurro—, pero tiene una condición.
Se inclinó ligeramente sobre la mesa, acercándose a mí. Elevé una ceja observándole y le imité, quedando separados por unos pocos centímetros. Su sonrisa se amplió y sus ojos azules parecieron ver a través de mí.
—Debes leerlo únicamente durante el día —susurró siniestro—. Bajo ningún concepto lo leas por la noche.
Mis labios se curvaron lentamente en una sonrisa y me aparté ligeramente de él.
—¿Es una historia de miedo, o algo así? —bromeé—. ¿Temes que no logre conciliar el sueño?
Él se incorporó también y me observó con detenimiento a través de sus cejas negras.
—Eso es. Una historia de miedo. "

Hellen Cauldron , Baile de Sombras (Segunda Edición)


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Hellen Cauldron quote : Le miré de reojo mientras jugueteaba con la taza de café entre mis manos. Si antes me había llamado la atención el misticismo que envolvía a Jareth, ahora sin duda me intrigaba seriamente. Era el primer escritor que conocía, y el simple hecho de que sus escritos no estuviesen a mi alcance me llenaba de curiosidad. ¿Y si lo que escribía era realmente bueno? ¿Y si era mejor que todo cuanto había leído anteriormente?<br />—Bueno... —dudé, con una sonrisa inocentona en la boca—, quizá algún día puedas dejarme leer algo.<br />Jareth disimuló una risita que ronroneó en su pecho mientras sus ojos relucían, fijos en mí.<br />—Tal vez —concedió, casi en un susurro—, pero tiene una condición.<br />Se inclinó ligeramente sobre la mesa, acercándose a mí. Elevé una ceja observándole y le imité, quedando separados por unos pocos centímetros. Su sonrisa se amplió y sus ojos azules parecieron ver a través de mí.<br />—Debes leerlo únicamente durante el día —susurró siniestro—. Bajo ningún concepto lo leas por la noche.<br />Mis labios se curvaron lentamente en una sonrisa y me aparté ligeramente de él.<br />—¿Es una historia de miedo, o algo así? —bromeé—. ¿Temes que no logre conciliar el sueño?<br />Él se incorporó también y me observó con detenimiento a través de sus cejas negras.<br />—Eso es. Una historia de miedo.