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" Comencé intentando individuar la posición del corazón, según la enseñanza de Simeón el Nuevo Teólogo. Cerré los ojos, concentrando todas las fuerzas de imaginación en el corazón. Este ejercicio me duraba media hora, y lo repetía varias veces. Al principio sólo sentía una impresión de oscuridad; pero no tardó en aparecer mi corazón y sentir sus movimientos profundos. Luego traté de sincronizarlos con la oración a Jesús, como lo enseñan los santos Padres Gregorio el Sinaíta, Calixto e Ignacio. Aspirando el aire, dirigía la mirada hacia el corazón y decía: Señor Jesucristo. Y luego, expirando continuaba: ten misericordia de mí. Lo fui repitiendo, primero durante una hora, después durante dos, y posteriormente, gracias al ejercicio continuo, casi todo el día. Cuando se me hacía difícil, o sentía pereza o fatiga, abría de nuevo la Filocalía, y leía en seguida los puntos que trataban de la oración interior, y de nuevo sentía ganas de practicarla. "

, The Way of a Pilgrim


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 quote : Comencé intentando individuar la posición del corazón, según la enseñanza de Simeón el Nuevo Teólogo. Cerré los ojos, concentrando todas las fuerzas de imaginación en el corazón. Este ejercicio me duraba media hora, y lo repetía varias veces. Al principio sólo sentía una impresión de oscuridad; pero no tardó en aparecer mi corazón y sentir sus movimientos profundos. Luego traté de sincronizarlos con la oración a Jesús, como lo enseñan los santos Padres Gregorio el Sinaíta, Calixto e Ignacio. Aspirando el aire, dirigía la mirada hacia el corazón y decía: Señor Jesucristo. Y luego, expirando continuaba: ten misericordia de mí. Lo fui repitiendo, primero durante una hora, después durante dos, y posteriormente, gracias al ejercicio continuo, casi todo el día. Cuando se me hacía difícil, o sentía pereza o fatiga, abría de nuevo la Filocalía, y leía en seguida los puntos que trataban de la oración interior, y de nuevo sentía ganas de practicarla.