" … se volvió hacia nosotros, que en ese momento estábamos de pie el uno junto al otro, y sonrió como si estuviera viendo una de esas inigualables maravillas creadas por Dios para doblegar el orgullo del ser humano y proclamar su estupidez, un enano perfecto o dos gemelos exactamente iguales. "
― Orhan Pamuk , The White Castle