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" Los feminismos negros han aportado invaluablemente al entendimiento de las opresiones y a la estructuración del poder. Un claro ejemplo de esa genealogía es el histórico discurso de la exesclava y abolicionista Sojourner Truth con “Ain’t I am Woman”, en 1851. Trazando esa línea de pensamiento negro, tenemos a Patricia Hill Collins, quien introduce la idea de matriz de dominación; colectivos como Combahee River Collective hablan de una simultaneidad de opresiones; feministas decoloniales, Ochy Curiel y Yuderkys Espinosa, sostienen la existencia de una imbricación de opresiones; académicas y juristas como Kimberlé Crenshaw trabajan con el término interseccionalidad. Todos estos aportes parten de la experiencia propia de las mujeres negras y denotan la realidad compleja que atraviesan. Pero, además, nos instan a entender las opresiones desde su no fragmentación. Esto es, sobre nuestres cuerpes y subjetividades operan múltiples categorías —como la “raza”, el “género”, la nacionalidad, la clase social, la orientación sexual— que nos ubican en diferentes lugares de opresión y privilegio; estas opresiones trabajan en conjunto, están entretramadas, no se pueden separar. "

, Racismos en Ecuador: Reflexiones y experiencias interseccionales


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 quote : Los feminismos negros han aportado invaluablemente al entendimiento de las opresiones y a la estructuración del poder. Un claro ejemplo de esa genealogía es el histórico discurso de la exesclava y abolicionista Sojourner Truth con “Ain’t I am Woman”, en 1851. Trazando esa línea de pensamiento negro, tenemos a Patricia Hill Collins, quien introduce la idea de matriz de dominación; colectivos como Combahee River Collective hablan de una simultaneidad de opresiones; feministas decoloniales, Ochy Curiel y Yuderkys Espinosa, sostienen la existencia de una imbricación de opresiones; académicas y juristas como Kimberlé Crenshaw trabajan con el término interseccionalidad. Todos estos aportes parten de la experiencia propia de las mujeres negras y denotan la realidad compleja que atraviesan. Pero, además, nos instan a entender las opresiones desde su no fragmentación. Esto es, sobre nuestres cuerpes y subjetividades operan múltiples categorías —como la “raza”, el “género”, la nacionalidad, la clase social, la orientación sexual— que nos ubican en diferentes lugares de opresión y privilegio; estas opresiones trabajan en conjunto, están entretramadas, no se pueden separar.